16 de noviembre de 2007

Boy


¡¡CAREPICHA!!













La única palabra que se me ocurre cuando pienso en vos

14 de noviembre de 2007

En la silla


Las dos salidas de aire de mi cabeza me dicen que todo va a estar bien. Que los tiempos cambian y las cosas pasan, que no hay que apresurarse y que hay que aceptar lo que venga con dos trenzas en el pelo.
La luz que me esta pegando de medio lado me dice que la lluvia se acaba, que el sol es un éxito y que como siempre, aunque sea un poquito me hace feliz.
La ventana nueva que esta a la par mía, me dice que soy desconocida, a veces me da miedo que por cualquier razón o falta de confianza decida caerme encima. Es vidrio y madera... la verdad no se que me pueda pasar.
Las escaleras son otras, básicamente la caida que tuve hace un tiempo se puede volver en cualquier momento una repetición. Sentiran mi cuidado al bajar y subir?
Mis ojos me recuerdan lo que no veo hace tiempo, jej eso que precisamente quisiera no volver a ver. Es un poco bizarro sentir dolor a traves de la mirada. Se siente como si un flujo gelatinoso quisiera pasar por mis pupilas a la fuerza, la presión, el ardor y el dolor son tan fuertes... que por eso prefiero no ver lo que hace brotar la gelatina.
Mis uñas rojos... ellass me dicen que con solo ese color me siento genial, la sensualidad brota de mis manos, hasta del dedo más chiquito. Rojo, la madre del rosado, todo calza.
Tengo los pies fríos. Ayer no me puse medias para dormir. Aunque el piso es de madera, creo que la adición de las ventanas desconfiadas le da un aire de refrigerador a la habitación.
Pensandolo bien, creo que nunca me han gustado mucho las ventanas. Ahorita recuerdo una de mis pesadillas mas traumantes estando chiquita- Un hombre trataba de jalarme a traves de las celosías de mi casa, mientras yo le gritaba a mi mamá pero ella parecia no escucharme. Y me acuerdo también de una ocasión en la que si me gustaron las ventanas, y las puertas en dado caso. Creo que la adrenalina exhibicionista esta en todos nosotros, bueno, al menos en mí y las personas que conozco.
Pero bueno, estas de acá me estan haciendo mala cara.
Mis labios me dicen que necesitan el sabor de alguien más. Quieren recorrer, quieren disfrutar, quieren saborear, quieren mojar y encontrar. Pero no quieren saborear a alguien nuevo. Quieren volver a encontrar caminos que ya habian recorrido, descubrir paseos no explorados y dejar caminos abiertos para nuevas aventuras. Mis labios con mis trenzas quieren ser jalados, como la típica foto de actriz barata vestida de cuero negro, solo que con mis uñas rojos y mi mezcla de chiquita inocente con ejecutiva de agencia.
Mi pantalón de cuadros se está riendo de mí, sobretodo de mi último comentario. Muy chiquita y muy ejecutiva me veo aquí, sentada sin bañarme sobre esta tela cuadriculada; aunque la explosión de colores que llevo por debajo me cierran el ojo y me dice que nos le haga caso.
Mi celular no suena, no vibra, no se enciende. Cuando mi celular se muere, se muere una mínima parte de mí, patético lo sé, pero real y concreto. Lo que más falta me hace de los que no están son los mensajes, la comunicación constante, la salida de emociones, la complicidad, la timidez, la osadía y la tristeza. Hijueputa celular, encendéte y dame buenas noticias.
Me vuelvo a acordar de los huecos de aire en mi cabeza, de la tranquilidad, de saber que las cosas pasan por algo.
La ventana ahora me ve como si estuviera loca. ¿Estaré loca? ¿O simplemente soy como soy? ¿En este instante soy como soy? Sin ninguna careta, sin ningún rencor... creo que si porque me empezó a doler el corazón. Esa punzada al lado izquiero del pecho, con una incomodidad casi parecida a la de la gelatina, solo que se va más rapido. Ya se fue.
Entonces creo que si, en este momento soy yo. Ella en su máximo esplendor.
Lástima que los únicos que me están viendo son las ventanas desconfiadas, las escaleras peligrosas, los pies fríos, las trenzas del pelo y los pantalones de cuadros. Porque las uñas rojas se quedan conmigo siempre, buscando y tocando. Los labios les marcan el camino.
Y los agujeros de mi cabeza... ellos son los que se encargan de ponerme en modo social, en modo de gente, los que deciden cuanto es necesario exponer y cuanto tengo que guardar. Los que me dicen que me deje ir cuando estoy con él o con ellas. Los que me convierten en las otras, las que vos disfrutás. Son los dos agujeros que no se dejan tapar, por más miedo que tenga yo de que lo que hay adentro se vaya a escapar.

B

De un momento a otro toda la manada se esparcio por el mundo
Del norte al sur y del este al oeste
De arriba pa abajo y de un lado pal otro
Los que no se han ido todavia estan cosechando
... cosechando en grande
Y mis dos favoritos estan sentados justo abajo del arbol de naranja

Los que se fueron la estan gozando y definitivamente se estan preparando

En el momento que regresen la explosion va a ser tan grande que la vamos a sentir todos
Asi que manada, estoy esperando escuchar la estampida

12 de noviembre de 2007

Remodelacion

en la caja cerrada que ahora tiene dos huecos
me doy cuenta de lo poco que le preste atencion a este lugar

adonde te traje ya no esta
sin embargo si te queres dar un vuelta yo puedo tratar de meterte conmigo
porque aunque antes no lo hubiera visto bien
te aseguro
que sigo ahi

esperando que subas las escaleras
y me encontres justo encima del colchon en el piso

SBD

Desde hoy empiezo
y me prometo a mi misma que a fines del 2007 la situacion va a estar solucionada

Los que quieran lanzarse conmigo... Bienvenidos sean!