26 de julio de 2007

BOYA

Es una mancha anaranjada que se ve caer del cielo para cumplir su trabajo.
De un lado a otro, se balancea y ruega no tener que usar el kit de emergencia.
Mueve los brazos.
Da direcciones.
Se debate entre turnos de noche y de día.
Es una vocación. Es un llamado.

El ritual de vestirse, de pintarse y de mojarse lo hace feliz.
Ama flotar por el mundo.
Pero a veces se siente solo.

Él es él.
Producto de unas mentes descompuestas por unos minutos.
De una bola de plástico de una niña en una piscina.
De alguien flotando, de alguien viviendo, de alguien volando.

Hombre Boya,
Desde mi caja te digo: que tengas un buen viaje.

1 comentario:

Amorexia. dijo...

mmm? jaja me gusta!