29 de septiembre de 2007

De repente los sentimientos de los últimos cuatro días me explotan en el pecho y me lo contraen de una forma ya antes sentida pero de cierta manera muy poco explorada

Yo le quité esa camiseta que andaba usted ayer a alguien más y solo el hecho de verla me transportó en el tiempo y en el espacio. Todo por un momento fue rosa pero al sonar de la canción cuando me dí cuenta que todo confabulaba contra mí, el color se derrumbó

La camiseta se reía y usted ni siquiera se daba cuenta que con tan solo compartir la ropa estaba poniendo la cereza en el queque de mis últimos pensamientos

Que horrible tener ganas de llorar y no querer aceptarlo

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