23 de enero de 2009

Aqui sentada, entre dormida y despierta la puerta de vidrio borrosa me hace creer que estoy en Eternal Sunshine.
Una a una las luces se van apagando y las personas van desapareciendo.
Las arañas se fueron, solo a lo lejos veo el letrero rojo que dice salida.
Dos parpadeos y la sala queda en completa oscuridad.

Silencio, suena el clink de una llave al caer, y el suspiro de una persona que llora.


Ya no quiero estar mas entre dormida y despierta.


1 comentario:

andrés dijo...

Esa fortaleza necesaria para levantarse y andar con los ojos abiertos de par en par esta en vos, lo se...

Un abrazo Atina, no estes triste... la vida tiene muchas canchas!