9 de enero de 2009

Mis amigos los temblores

En el sillon pequeño de la sala de mi casa, sentada encima de mi mama, mi hermano en el piso diciendome que iba a temblar mas, y mi mama tratando de hacerme sentir segura. No habia luz y yo solo pensaba lo feo que era sentir que la tierra se moviera.


Ese es uno de los recuerdos mas vividos de mi infancia, lo que se sintio del terremoto de Limon en Liberia, cuando tenia unos seis años. Puedo decir, que desde entonces le tengo panico a los movimientos de tierra, los odio, no los soporto.

Todos mis años de escuela pasaron inundados de simulacros de terremoto y siempre yo lo unico que pensaba era que si se venia el malvado terremoto de Nicoya yo no queria estar en la escuela, queria estar a la par de mi mama, asegurandome que no le pasara nada.

Mi papa siguiendo instrucciones de la Comision Nacional de Emergencias guardaba en la despensa un botellon de agua, uno foco enorme con baterias gigantes y muchas latas de comida. Yo con mi panico cronico, cada vez que abria la despensa le pedia a Dios no tener que usar esas cosas nunca. Me pase varios dias pensando si temblaba, donde era major colocarse, que hacer si mi mama no estaba cerca, como reaccionar si pasaba mientras dormia, era una verdadera pesadilla.
En las vacaciones de escuela, a mi mama siempre le gustaba ir a visitar a unos amigos en Cartago (ya saben, yo soy del “campo” y era un exito ir al frio y a McDonald’s), el unico problema es que la constante de estos viajes es que siempre temblaba. Obviamente yo moria al menor movimiento y corriamos al patio, que gracias a mis inspecciones me parecia un excelente refugio, ya que nada nos podia caer encima.
En un viaje de la escuela, fuimos al Museo de los Niños y cuando vi el aparato que simulaba terremotos fue como si me hubieran jalado el piso, pero por insistencia de mis compañeros me subi… en el moviento de intensidad 2 pedi que por favor me dejaran bajarme y me aguante las lagrimas.

Creo que principalmente los temblores me hicieron abrir los ojos a la posibilidad de morir y estar en peligro, pero principalmente a la posibilidad de que mi familia muriera y estuviera en peligro, sobretodo mi mama y mi papa (tengo que aceptarlo, soy una niña de mami y papi, soy la menor y por mucha diferencia con los demas). De cierta manera creo que los temblores me quitaron un poco la inocencia. Gracias a Dios, hasta el momento no me han quitado a nadie.

Ayer, fue el segundo temblor fuerte que siento en la vida, ayer fue el primer terremoto que senti con mucha intensidad y cerca de donde estaba, ayer se volvio a afianzar una vez mas el miedo que le tengo a esa fuerza de la naturaleza, ayer supe que me sigo sintiendo como la chiquita en medio de la escuela en un simulacro de salida.
Me agarro en el comedor del trabajo, a la par de una columna, con el celular en la mano. Y lo primero que paso por mi cabeza fue el malvado terremoto de Nicoya, mi mama y mi papa, mi hermano y su familia, mi pueblo. El techo, y la columna se movieron como si me hubiera comido un hongo y cuando se apagaron las luces mi cordura decidio irse con ella. Inmediatamente empece a marcar los numero de mi casa, los celulares, todo y nada servia. Dejo de moverse el piso y nos dijeron que salieramos, en la calle las panicosas como yo lloraban y los otro se reian, yo me fui largo a seguir tratando de llamar verdaderamente con el corazon en la mano, para mi el piso se seguia moviendo aunque creo que eran mis rodillas que se aflojaron como los cuadritos del techo. En medio intento de llamada… un numero privado, al otro lado de la linea, mi mama preguntando como estaba y ya no pude mas, ella siempre ha tenido ese efecto en mi, con los demas me guardo todo y apenas la veo me desplomo. Todos bien, en Liberia ni se sintio.

Hoy mi corazon esta con la gente que sintio la verdadera magnitude del asunto, con las familias que perdieron a alguien y con los niños que como yo hace 17 años, hoy le tienen respeto y miedo a los temblores. Mis mas sinceras condolencias y toda mi buena vibra para los que quedan, Dios nos da lo que podemos soportar.

2 comentarios:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Es una completa catástrofe lo que estamos viviendo ahora.
Yo no les tengo miedo, pero si profundo respeto!
La naturaleza es muy impredecible.

Saludos movidos

Barqueritos dijo...

Mis condolencias también a las familias afectadas y a aportar nuestro granito de arena para que salgan adelante.